Factores de riesgo
La Leishmaniosis es propia de países subdesarrollados (India, Brasil, Somalia, Sudán, Iraq, Nepal, Argelia, Túnez, Etiopía....), este factor social es una de las limitaciones más frecuentes para aquellas personas que padecen la enfermedad.
Como principales factores de riesgo podemos destacar:
Condiciones socioeconómicas: la pobreza que acompaña a estas personas incrementa la probabilidad de contraer la enfermedad. Esto se debe a que los insectos que contaren la Leishmaniasis (flebótomos) son atraídos por la aglomeración de personas (mayor posibilidad de ingerir sangre), falta de higiene, ausencia de alcantarillado….
Malnutrición: debido a la falta de proteínas, vitaminas y otros micronutrientes, el estado de salud del infectado es menor que si estuviese bien nutrido, por lo tanto facilita que la infección evolucione con más rapidez hasta su forma completa.
Movilidad de la población: las epidemias por flebótomos se relaciona con la migración y desplazamiento de personas a lugares donde existe una elevada transmisión.
Cambio climático: el índice de contagios se ve afectado por las diferentes condiciones climáticas:
las pequeñas variaciones de temperaturas pueden afectar positivamente en la supervivencia y reproducción de los flebótomos y permitir que el parásito llegue a zonas que no eran endémicas y comiencen a transmitir allí la enfermedad,
los cambios de temperatura, humedad y precipitaciones pueden alterar la distribución y tasas de supervivencia de los vectores,
la migración y desplazamientos como consecuencia de sequías, inundaciones o hambrunas hacia zonas endémicas por leishmaniasis.
Prevención y control
Los habitantes de las zonas afectadas deberán llevar a cabo una serie de medidas para evitar ser atacados por los insectos vectores y de esta forma prevenir la Leishmaniasis. Algunas de ellas son:
El diagnóstico y tratamiento precoz: disminuye la prevalencia de la enfermedad y ayuda a prevenir la muerte y discapacidades , además de controlar la propagación de la Leishmaniasis.
Vigilancia eficaz de la enfermedad: monitorización de los síntomas y control de enfermos.
Lucha anti-vectorial: el objetivo es reducir la población y número de Flebótomos. Para ello se utilizan insecticidas y otras medidas ambientales para controlar también los estanques públicos.
Evitar picaduras: mediante la utilización de toldos de malla fina o mosquiteras (cama, ventanas...), repelentes anti insectos, ropa protectora
Control de reservorios animales.
BIBLIOGRAFÍA:
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