TRATAMIENTO SARS-COV-2
No existe un tratamiento específico para
esta enfermedad hasta la fecha y por lo tanto es fundamental asegurar un
tratamiento de soporte precoz.
Enfermedad leve
En este grupo se incluye a quienes tienen
enfermedad documentada con pruebas de laboratorio, pero se encuentran sin
síntomas y quienes experimentan síntomas, pero no tienen neumonía o solo
neumonía leve. En estas personas el tratamiento puede ser ambulatorio. En ellos
se justifican medicamentos para tratar los síntomas: antitusivos y antipiréticos. Se ha sugerido que el reposo con periodos de actividad física puede ser
benéfico. La hidratación oral y la alimentación equilibrada también son
importantes. En algunos casos puede ser necesario el oxígeno suplementario. Es
esencial recordar que estos pacientes requieren vigilancia estrecha, para que
los que eventualmente requieran hospitalización puedan internarse
oportunamente.
Enfermedad severa y
grave
Los pacientes que requieren tratamiento
hospitalario tienden a tener síntomas respiratorios más intensos. Debe
considerarse la sobreinfección bacteriana. La indicación más frecuente para el
ingreso a terapia intensiva es la dificultad respiratoria.
Lopinavir/ritonavir:
Lopinavir es un inhibidor de la proteasa
empleado en el tratamiento del virus de la inmunodeficiencia humana (HIV) y que
presenta actividad in vitro ante el virus SARS-CoV-1, causante en 2003 del
Síndrome de distrés respiratorio agudo severo (SARS). La combinación con
ritonavir prolonga su vida media. En base a su actividad ante otros
coronavirus, se ha postulado que podría ser efectivo frente a SARS-CoV-2.
Los efectos adversos más frecuentes son diarrea, náuseas, vómitos, hipertrigliceridemia e hipercolesterolemia. Los pacientes también pueden presentar pancreatitis o prolongación del QT.
Remdesivir
Remdesivir es un pro-fármaco,
perteneciente al grupo de análogos de los nucleótidos, que se metaboliza
intracelularmente en un análogo de adenosina trifosfato que inhibe las ARN
polimerasas víricas. Presenta amplia actividad contra virus de la familia de
los filovirus (virus Ébola, virus de Marburg), coronavirus (SARS-CoV-1,
MERS-CoV) y paramixovirus (virus respiratorio sincitial) entre otros.
Remdesivir presenta menos interacciones
que otros antivíricos.
Hidroxicloroquina y azitromicina
La hidroxicloroquina (HCQ) es una
4-aminoquinolina antipalúdica que ha demostrado tener actividad in vitro contra
diversos virus de ARN, incluido el SARS-CoV-2 (25). Sin embargo, el potencial
efecto del citado fármaco in vivo es una incógnita en la actualidad. Se cree
que HCQ actúa a través de múltiples mecanismos (26): inhibición de la entrada
viral, inhibición de la liberación viral en la célula huésped, bloqueo de la
activación de las proteasas endosómicas, reducción de la infectividad viral y
modulación inmune.
Dexametasona
En los primeros días de junio de 2020 se
reportaron los resultados de un estudio en el que se sugiere que la indicación
de este esteroide disminuye la mortalidad en pacientes que requieren apoyo
respiratorio.
Plasma de pacientes convalecientes
Existen muchos antecedentes en la
bibliografía médica para justificar su indicación a pacientes que se han
recuperado de la enfermedad. Los resultados hasta ahora han mostrado cierto
beneficio.
VACUNA SARS-COV-2:
Hasta el día de hoy, y de acuerdo con el
seguimiento que realiza el Instituto Milken, en todo el mundo están en marcha
proyectos de investigación para el desarrollo de al menos 316 tratamientos y
202 vacunas contra la covid-19. Apenas en julio de este año, los primeros
candidatos en llegar a los ensayos de fase 3 fueron el desarrollado por la Universidad
de Oxford y AstraZeneca,
y el
del Instituto de Biotecnología de Beijing y la biofarmacéutica china CanSino Biologics. El Estado chino recientemente aprobó la patente de
esta última, llamada Ad5-nCoV, la primera otorgada en el mundo para una vacuna
contra la covid-19.
Los resultados preliminares publicados en
la revista The Lancet demostraron que, tras la fase 2 de los ensayos clínicos,
ambos proyectos son seguros y generan una respuesta inmune en la mayoría de los
receptores después de una única inmunización.
De forma paralela, Rusia impulsó el
desarrollo de la vacuna Sputnik V, a cargo del Instituto Gamaleya. De acuerdo
con su propio sitio web, éste será el primer tratamiento aprobado para su uso
masivo, pero el certificado con el que cuenta actualmente, otorgado por el
Ministerio de Salud de Rusia, sólo es uno de los pasos de una evaluación
clínica en curso. En Rusia los procesos se han acelerado, y de acuerdo con la
documentación de la Sputnik V, la vacuna podría ser distribuida públicamente en
enero de 2021.
Por otro lado, el resto de los países ha
comenzado a lanzar sus propias apuestas, realizando movimientos estratégicos y
financiando las investigaciones en curso. A pesar de que ningún proyecto ha
asegurado la fabricación de la vacuna, la especulación sobre su valor en el
mercado internacional ha provocado la firma de acuerdos preliminares entre
naciones y farmacéuticas que contemplan la entrega de cientos de millones de
vacunas.
Como alternativa al difícil acceso del
resto de los países a la adquisición masiva de dosis, la OMS ha promovido la
creación de un mecanismo para garantizar el acceso rápido, justo y equitativo
de las vacunas, llamado COVAX. Este instrumento de financiación pretende
agrupar a un gran número de países para financiar investigaciones en curso y
firmar acuerdos de compra anticipada con los fabricantes de medicamentos.
BIBLIOGRAFÍA:
https://www.medigraphic.com/pdfs/actpedmex/apm-2020/apms201p.pdf
https://static.elsevier.es/covid/1-s2.0-S0210569120302473-main.pdf
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